jueves, 14 de mayo de 2009
COMERSE LOS MOCOS ALARGA LA VIDA
Confirmado, por fin tras muchos siglos de buscar el elixir de la vida, ha sido encontrado por un neumólogo austriaco, Friedrich Bischinger, comerse los mocos… Si amigos, así lo ha asegurado el científico después de años de estudios, tras comprobar que los niños que se meten el dedo en la nariz, y que además se comen los mocos van a tener una vida más sana y saludable. Bueno, aunque limitar esta noticia a los niños sería injusto, porque los semáforos dan mucho juego a los adultos en este sentido.
El doctor Bischinger afirma que “con los dedos se llega a partes del interior de la nariz a las que no se puede llegar con un pañuelo, y de esta forma se consigue mantener limpio el interior de las fosas nasales“. Al mismo tiempo recomienda a los padres que animen a sus hijos a realizar esta práctica, en lugar de reñirles cuando lo hacen. Así que no reneguéis de sacar el garfio a pasear en cualquier momento del día, y fomentadlo entre vuestro familiares y amigos.
A pesar de que se pueda pensar que esta noticia se trata de un maquiavélico plan de los comemocos de vengarse de aquellos que nos reímos de ellos, el asunto, por lo visto, tiene su explicación ya que, según el experto, el hecho de meterse el dedo en la nariz y comerse el moco es “de sentido común y muy natural en el ser humano, ya que esto es una buena manera de reforzar el sistema inmunológico”.
Aquí viene la explicación científica para los incrédulos. La nariz funciona como un filtro donde se concentran las bacterias que, con el aire, intentan entrar en nuestros pulmones. “Cuando nos comemos el moco, este funciona como una especie de vacuna”, dijo el doctor, y añadió también que la medicina moderna intenta hacer lo mismo pero de una forma algo más complicada. ¿Así que por qué complicarnos la vida pudiendo simplificar? “La gente que se mete el dedo en la nariz y después se come los mocos, consigue reforzar su sistema inmunológico de una forma natural y gratuita”. Y es que al comerse los mocos se expone al sistema digestivo a las bacterias acumuladas en la mucosidad, ayudando así a reforzar el sistema inmunológico de cada individuo. Increíble pero cierto, pero ya sabéis, rápido, fácil, ¡y para toda la familia!
Los niños suelen practicarlo de forma instintiva, pero la presión social hace que cuando son mayores dejen de hacerlo. “Yo solo pido que se vea de otra forma, que se anime a los niños a meter el dedo en la nariz, ya que es algo muy natural, y desde el punto de vista médico es una idea maravillosa”, o al menos eso cree este experto mocoso.
Pero no sólo es el, porque recientemente un grupo de investigadores británicos y estadounidenses ya habían señalado que el acto de meterse un dedo en la nariz es una actividad estimuladora de una parte del cerebro, y también afirman en sus conclusiones que debe animarse a los niños a que lo hagan con más frecuencia. Definitivamente, rindámonos ante la aplastante realidad. Yo ya estoy recolectando para el desayuno de mañana, ¡no os resistaís!
Sólo queda decir que se hace realidad una vez más aquello de “quién ríe el último, ríe mejor”. ¿Por que? Pues está, claro, recuerdas aquel niño de tu clase se que comía los mocos a todas horas, con el consiguiente cachondeo de tu y tus amiguitos, pues bien, después tanta risa piensa que él va a vivir más y probablemente mejor que tu, y cuando tu estés criando malvas el todavia se estará pegando sus saludables festines. Si estás en el caso contrario, y tu eras de aquellos pioneros que se comían todo lo que cazaban años atrás, cuando eran unos incomprendidos, solo queda desde aquí felicitarte.
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La hora en el mundo

jajaja ussy empiezo hoy mismo a comermelos a ver si es verdad, me alegra que te hayas estrenado posteando, y me gustaría que siguieras haciendolo.
ResponderEliminarUn abrazo